De nuevo la Peña Atlética con su cena semestral (sábado 19 de noviembre) en su sede, restaurante Mesón Hola, Kaohsiung, se situó en el centro de interés de las actividades de la Casa de España en Taiwán. A la cena asistieron 12 peñistas, es decir, se acercó al número tópico del once titular, más el dorsal del público. Una manera de asegurar el éxito.
Hubo cuatro tiempos en la cita, como quiere la FIFA introducir en la reforma del fútbol, si bien, con diferencias notables porque no se basaban en la rentabilidad económica (tiempos para la publicidad) sino en la relacional. Se comenzó con un previo que consistió en la espera, con una cerveza en la mano, en barra del Hola, todo muy español. Una vez que llegaron a la cena los rezagados se comenzó con el segundo tiempo, el primer tiempo de los partidos reales, para dar cuenta de las viandas preparadas por el Chef de la peña Don Ángel Martos, con notables entrantes –a modo de aperturas: una buena defensa comienza con un ataque-: sopa y variadas tapas muy delicadas; seguido de los sobresalientes centros del menú -los sempiternos volantes- que volaron rápidamente: el entrecot y la dorada. Para finalizar con los postres o arietes (helados, pero de nata y pasión) que hicieron las delicias como buen resultado de l
a cena, en lo que influyó los excelentes líquidos empleados (vino blanco y vino tinto). Así se pasó al tercer tiempo, la tertulia post (palabra y más vino), en la que participaron más dorsales de la plantilla que se
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