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- Escrito por Iker Izquierdo Fernández Iker Izquierdo Fernández
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14 de marzo de 2015
El Departamento de Español de la Universidad de Fujen junto a la Casa de España y con el apoyo de la Cámara de Comercio de España en Taiwán, organizó el día 14 un emotivo homenaje al que durante muchos años fuera maestro del saber y de la vida en la católica universidad taipeña, Manuel Bayo, por el 10º aniversario de su fallecimiento.
Reportaje en el programa "Galería cultural" de Radio Taiwán Internacional:
http://spanish.rti.org.tw/audioHighLights/?recordId=12463
En una modesta aula del campus universitario, a dos pasos de donde el mismo Manuel tenía su propia residencia, se reunieron compañeros, amigos y antiguos alumnos para honrar su memoria, compartir recuerdos y anécdotas, y repasar su obra, que fue abundante, frondosa, profunda y mágica, como la cueva de Montesinos.
La presentación del acto por el director de la Cámara de Comercio, Borja Rengifo, dio paso a la intervención de Luisa Chang, antigua alumna de Manuel, que recordó la pasión con la que enseñaba a sus discípulos y las obras de teatro que preparaban con medios modestos pero también con chorros de ilusión y mucho talento.
José Ramón Álvarez, antiguo compañero de Manuel Bayo, destacó su calidad humana, su profundo respeto público por los compañeros de profesión, a los que jamás criticó, y su poco convencional manera de lidiar con un cáncer que en sus últimos meses lo hizo sufrir, como sufriría quizás si viese arder una biblioteca.
También hubo tiempo para presentar el libro “China en la literatura hispánica”, una recopilación de los artículos que Manuel Bayo escribió para “Encuentros en Catay” sobre la presencia del mundo chino en las obras literarias hispánicas. “El único libro de esta temática que existe en todo el mundo”, como se encargó de recalcar su entrañable amigo José Ramos, quien también describió a Manuel como un hombre culto, un “sabio a la antigua”, capaz de llorar delante de un cuadro o de leer por puro placer las obras completas de algún escritor ya olvidado de Dios y de los hombres.
Por último, distintos amigos y antiguos alumnos de Manuel Bayo fueron tomando la palabra para recordar anécdotas que arrancaron tanto risas como lágrimas de algunos de los asistentes. Y con la foto de grupo concluyó este acto íntimo y emocionante por el profesor Manuel Bayo, “no un santo, pero sí un caballero”.