La Casa de España en Taiwán celebró una “Cata con Shine Chen”, teniendo como anfitriona a la bella Kellie Chen, de la saga de los “Chern” encabezada por su padre Michael Chen, que comenzó a importar vinos españoles hace más de 20 años. El evento tuvo lugar en la oficina de la empresa importadora, cerca del Monumento Conmemorativo a Sun Yat-sen, No.6, Alley 49, Lane 223, Chung Hsiao East Road, Sec 4, Taipei 10690 TAIWAN (10690 台北市忠孝東路四段223巷49弄6號 http://real-wines.weebly.com/contact-us.html),desde las 19.15 hasta las 22.00 horas, y contó con la participación de 14 socios y no socios, el máximo de personas que el lugar podía albergar. Se sorteó una botella de Coto de Hayas Reserva y otra de crianza, que fueron a parar a Ivy y a Moisés.

Este tipo de eventos busca no sólo degustar caldos hispanos sino también aprender más sobre ellos y dar a conocer las maravillas de los vinos españoles a los socios y amigos de la Casa de España, al tiempo que se informaba sobre los canales de compra de esos vinos en Taiwán y sus ofertas a socios y amigos de la Casa de España.

El director de la Cámara de Comercio de España en Taiwán, Borja Rengifo, ofreció algunas viandas para degustar y el deportista y empresario Joaquín Moreno preparó dos sensacionales tortillas con un aceite muy especial de la Sierra de Cazorla, que produce allí su familia. Además, se ofreció queso, sobreasada, chorizo de León, aceitunas, patatas y aceite de oliva extratemprano y extra virgen, acompañado de pan. Las dos tortillas tuvieron tanto éxito que, a pesar de su tamaño y de que el público no era numeroso, desaparecieron del mapa en poco tiempo.

Tras unas palabras de Kellie Chen, de Borja Rengifo y de Paco Pérez, comenzó la cata de 1 botella de Fagus 2005,  2 botellas de Coto de Hayas Garnacha Centenaria 2012, 2 botellas de Coto de Hayas Reserva 2004, 4 botellas de Coto de Hayas Crianza  2005.

Todos los vinos fueron del agrado del respetable, pero la palma se la llevó el Garnacha Centenaria, un tinto monovarietal elaborado por Bodegas Aragonesas bajo la DO Campo de Borja, con una garnacha de los pagos Monte Alto y La Sarda plantados sobre suelos de pizarras y terrazas, de tierra rojiza, en las laderas de la Cordillera Ibérica, en las estribaciones del Moncayo, con una breve crianza de 4 meses en barricas nuevas de roble francés. El caldo tenía un color cereza picota con reflejos violáceos, capa media-alta, limpio y brillante. En nariz, se percibía el aroma de frutos negros muy maduros y de especias dulces, canela, regaliz y vainilla junto con notas tostadas. En boca era carnoso, con una gran carga frutal, una sensación tánica intensa y una acidez que refresca el conjunto. Final largo, ligeramente amargo, que deja un postgusto afrutado.

La cata se dedicó a la garnacha, una de las uvas netamente española, que tras un largo período de olvido ha entrado en el altar de la fama en los últimos años, con esplédicos vinos en el Priorato, Aragón, Castilla-La Mancha y Navarra. La uva garnacha procede probablemente de Aragón y ya era conocida en tiempos de la ocupación árabe. Ya en el siglo XIV hay constancia de un vino “griego” y “Varnacie, y antes de la filoxera ya había emigrado a Francia con el nombre de “grenache”, también se la llamó a finales del XIX “alicantina” y más tarde como “tinto aragonés”, entre otros nombres tales como Gironet, Lladoner, Roussillon, Grenache (Francia), Cannonau (Cerdeña), Alicante (Italia), Guarnaccia (Ischia). La garnacha tiene muchas variedades: blanca, gris, roja, peluda, tintorera. Es una uva que produce vinos de alta graduación y color muy intenso, rojo dorado, granate (rubi), aromas finos a frutas rojas maduras, muy sensible a la oxidación y que envejecen con relativa rapidez. Suelen tener una concentración de azúcares por debajo de la media y una acidez baja, antocianos a niveles medios, taninos a niveles medios-altos, y con un índice de polifenoles totales de 35-45.

Más información en inglés: http://garnachasdeespana.com/en/acerca-de/la-garnacha/