El sábado, 4 de marzo de 2017, se inauguró la Tertulia fRiKi de Taipéi en su primera convocatoria.

Su organizador, el periodista Iker Izquierdo, convocó a los asistentes en The Lounge, la librería-cafetería del Hotel Eslite, con el propósito de reunir periódicamente a aquellos lectores interesados en el terror, la ciencia-ficción y la fantasía para compartir y debatir ideas y opiniones diversas sobre una lectura previamente elegida.

Con unos meses de antelación, se informó a los socios de la Casa de España sobre esta actividad y se instó a votar una de las dos posibles lecturas que podrían inaugurar esta primera tertulia: El castillo de los Cárpatos, de Julio Verne, y La chica que amaba a Tom Gordon, de Stephen King. La votación se resolvió a favor de la obra del francés, pero el maestro del terror se mantuvo como lectura extra opcional.

El castillo de los Cárpatos narra la aventura de los aldeanos de un recóndito pueblo de Transilvania que un día deciden averiguar la causa de las extrañas luminarias y los espeluznantes sonidos que salen del sombrío castillo que corona el lugar.

Destacó en la presentación la diversidad de ediciones que se habían leído: desde el original, publicado en francés en 1892, hasta la última edición que publicó hace unos meses Valdemar. La tertulia se abrió con la opinión de cada uno de los asistentes sobre la obra. Las intervenciones fueron muy variadas. Todos coincidieron en elogiar el cuidadoso estilo de Verne junto con su dominio del ritmo narrativo, pero también se habló de la sensación de estar ante una obra de ensayo, de práctica de la escritura, en comparación con otras de sus obras maestras (Miguel Strogoff, 20 000 leguas de viaje submarino, etc.). También se mencionaron algunas incoherencias de la trama así como en la motivación de los personajes, y se apuntó la posibilidad de que algunas de las fallas de la novela se debiesen al hecho de que estuviese publicada por entregas. Además, los asistentes se preguntaron sobre la sorprendente capacidad del escritor para estar al corriente de los últimos avances de la ciencia, gracias tal vez a su pertenencia a lobbies que facilitaron el acceso de Julio Verne a esta información.

No pudo dejar de relacionarse El castillo de los Cárpatos con Drácula, la obra maestra que Bram Stocker escribiría unos años más tarde. Si bien, la novela de Verne nada tiene que ver con vampiros y la trama, además, es diferente, el contexto geográfico donde se desarrollan es el mismo: la entonces lejana y desconocida tierra de los Cárpatos.

Todavía hubo ocasión de conversar sobre La chica que amaba a Tom Gordon, del mago del terror, Stephen King. En ella, se siguen los pasos de una niña de nueve años que se pierde en los Apalaches. La descripción del viaje que emprende la pequeña y los pensamientos y el terror que experimenta se convierten en el núcleo de esta novela.

Pese a que el tiempo dedicado a su reseña fue breve, se apuntó la ejecución y el diseño perfectos de la obra. Y es que no resulta sencillo conseguir que un lector adulto llegue a identificarse con una niña de nueve años.

Las cuatro horas de conversación se cerraron con el aplazamiento de la II Tertulia fRiKi para finales de septiembre en Taipéi, y con la idea de celebrarla semestralmente en febrero y en septiembre para así coordinarse con su hermana de Taichung, que en abril celebra su convocatoria XVI.

Hasta septiembre y a seguir leyendo,

Taipéi, 10 de marzo de 2017