El día 29 de abril unos cuantos entusiastas de la lectura nos volvimos a reunir en Taichung para pasar una agradable tarde noche y charlar sobre nuestras pasiones. En esta ocasión, la lectura escogida fue “Fundación” de Isaac Asimov, un clásico fundacional de un tipo de ciencia-ficción que con sus modificaciones inevitables, sigue marcando a muchos autores actuales de este género en prácticamente todos los países.

Hubo opiniones para todos los gustos, como es habitual, pero gran parte de la tertulia giró en torno a la controvertida cuestión del estatus literario de este género, normalmente dejado de lado en los manuales o historias de la literatura por considerarse menor, o porque sus autores, incluso los más destacados, no alcancen supuestamente un nivel exigido por la sector transductor de las universidades.

Otro de los temas sobre los que giró el debate fue el de la esencia que constituye el propio género de ciencia-ficción, señalando por ejemplo, cómo el entorno tecnológico de la época en que se escribe la obra condiciona la persistencia en el tiempo de la propia obra, al ver los lectores de generaciones posteriores superados los conocimientos científicos y tecnológicos de la época del autor.

En este sentido, muchos hicimos ver cómo parte de la obra de Asimov queda ya un poco vieja al haber cambiado el paradigma tecnológico y científico. Lo que nos llevó a discutir la credibilidad literaria de una ciencia como la psico-historia, centro del libro, que evidentemente no tiene posibilidad de existencia fuera del marco literario.

Por último, todos estuvimos de acuerdo en que Asimov es muy hábil a la hora de tejer una serie de tramas políticas a través del género prácticamente teatral, donde apenas hay acción y todo surge en intensas conversaciones entre los protagonistas; y por supuesto, cómo esas tramas políticas tan concretas parecían encajar tan bien en un planteamiento tan macrohistórico como es el de la ciencia-ficción de la psico-historia.

En fin, que fue una tertulia muy estimulante donde se tocaron cuestiones muy importantes de contenido literario y filosófico.

Como siempre, la tertulia se llevó a cabo en el habitual espíritu de camaradería, amistad y una bien llevada combinación de seriedad y cachondeo, que ya es marca de la casa de la tertulia de Taichung.