El pasado 4 de junio se celebró la Asamblea General de la Casa de España en Taiwán. La cita anual, que tuvo lugar en el restaurante portugués Tuga sito en Taipéi, contó con la participación de decenas de miembros de la Casa en un ambiente entre lo festivo y lo nostálgico.

La asamblea comenzó poco antes del mediodía, a las 11 de la mañana para ser exactos. El Secretario de la Casa de España en Taiwán, Miguel Rubio Lastra, dio el pistoletazo de salida al evento repasando la orden del día. Durante su alocución, Rubio resumió las actividades llevadas a cabo por la entidad en el último ejercicio, pidió sugerencias de cara al siguiente y nos informó sobre ingresos, gastos y otros menesteres de esta organización que promueve la cultura y los valores del mundo hispánico. El presidente de honor de la Casa, José Ramón Álvarez, también tomó la palabra a lo largo de esta primera parte.

Tras las palabras del Secretario llegó uno de los momentos más emotivos del día: el nombramiento oficial de Iñaki Torrecilla como Socio de Honor de la Casa de España en Taiwán. El presidente de la entidad, José Campos Cañizares, hizo entrega de una placa conmemorativa a este buen amigo que pronto regresará a España. Torrecilla, visiblemente emocionado, agradeció este reconocimiento a todos los asistentes y nos animó a seguir adelante con las labores de la Casa.

Tras el entrañable momento, el dispuesto personal del restaurante Tuga comenzó a servir los platos principales del menú preparado con motivo de la Asamblea. Siempre presto a satisfacer a los comensales, Carlos Couto –el dueño del establecimiento- preparó para la ocasión tres opciones igual de exquisitas: bacalao, estofado de judías con cerdo a la tramontana y estofado de ternera a la jardinera. El bacalao, un pescado al que los portugueses le tienen bien cogido el tranquillo, fue la opción más elegida.

El vino servido a lo largo de la jornada –de Rioja y de Campo de Borja- ayudó a refrescar los gaznates de los mayores, mientras los más pequeños se divertían jugando entre las mesas del local. Durante el almuerzo, los miembros de la Casa departieron sobre la victoria del Real Madrid frente a la Juventus la noche anterior, el futuro de la institución y los quehaceres diarios, entre otros temas.

Tras los postres llegó el café. Poco a poco, los asistentes se fueron marchando entre abrazos y promesas de volver a vernos todos muy pronto. Los que se quedaron hasta más tarde disfrutaron de un excelente moscatel y una tertulia muy animada.

Sirvan estas letras para, desde la Casa de España, desearle lo mejor a nuestro querido Iñaki. Estarás siempre en nuestro recuerdo, amigo.

Hasta la próxima.