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Lectura: La historia de tu vida, Ted Chiang.
La segunda edición de la Tertulia Friki de Taipéi comenzó con un serio contratiempo, pues el local que teníamos reservado para nuestro encuentro canceló la reserva pocas horas antes de celebrarse y hubo que buscar un local de circunstancias. El Beer Talk, en la Avenida de Keelung, es un buen lugar para cenar y tomar cervezas con los amigos, pero no tanto para charlar sobre libros, pues no reune las condiciones de tranquilidad y relativo silencio requeridos.
Esta es probablemente la razón de que la discusión y debate sobre el libro en cuestión apenas sí pudiese durar 2 horas y las conversaciones sobre el mismo tendieron a dividirse en dos grupos, es decir, en el círculo en el que se podía escuchar a la persona que hablaba sin tener que elevar la voz un tono.
En cualquier caso, hicimos (más o menos) de la necesidad virtud y conseguimos dos rondas de intervenciones ordenadas en las que cada uno pudo dar una opinión general sobre el libro.
Se podría decir que la tónica general de las opiniones sobre este libro de relatos de ciencia-ficción tendieron a calificarlo de muy irregular. Su carencia de construcción dramática solvente lastra demasiado unos cuentos cuyo punto fuerte se encuentra en la identificación de una serie de problemas científico-filosóficos enmarcados en un ambiente difícil de determinar, sin apenas referencias temporales ni materiales.
Son precisamente estos problemas científico-filosóficos los que dejan a estos relatos más cerca del ensayo que de la ficción, con muchas páginas dedicadas a la explicación de una teoría matemática, lingüística o biológica, y bastante menos a la propia acción narrativa.
Las conclusiones generales variaron entre los que asegurarían que no volverían a leer un libro de Ted Chiang (¡Nunca máis!) y los que le darían una oportunidad, pues observaban puntos realmente interesantes en sus planteamientos.
Apenas dos horas después de comenzar y cuando ya el local comenzaba a llenarse de bulliciosos parroquianos, hubimos de terminar el acto y pasamos a degustar la cena y formar los corros que ahora ya sin el encorsetamiento del formato tertulia pudieron libremente desarrollarse. Y las conversaciones no fueron ni mucho menos triviales.
Esperamos poder seguir con las sesiones de la Tertulia Friki a la espera de dar con el local adecuado que termine por consolidarla.
¡Todo el mundo está invitado a la próxima!